Desde este blog animo a la lectura del pequeño pero densísimo libro ¡ Indignaos! de Sthéphane Hessel, prologado por José Luis Sampedro, publicado por Editorial DESTINO. Se trata de un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica.
El autor, de 93 años de edad, es uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.
Y si alguien con 93 años, miembro de la resistencia francesa, superviviente de los campos de concentración nazis, defensor de la causa palestina, eterno luchador, nos reclama que busquemos motivos para indignarnos, para no caer y sucumbir en las garras del consumismo destructor, para que no nos distraigan los medios de comunicación (propiedad de los dueños de los mercados), de los mismos que han provocado la crisis y por tanto los recortes a los de abajo, si alguien como Sthépane Hessel, digo, le pide a la juventud que busquen razones para indignarse es porque vivimos una etapa de recortes en el terreno de los derechos humanos, un alarmante retroceso en el estado del bienestar, una democracia virtual y teledirigida.
Hessel le pide a los jovenes que no se dejen arrebatar, que defiendan y mantengan para mejorarlo lo que las generaciones anteriores consiguieron, unos logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad.
¡ INDIGNAOS !, sin violencia.
El autor, de 93 años de edad, es uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.
Y si alguien con 93 años, miembro de la resistencia francesa, superviviente de los campos de concentración nazis, defensor de la causa palestina, eterno luchador, nos reclama que busquemos motivos para indignarnos, para no caer y sucumbir en las garras del consumismo destructor, para que no nos distraigan los medios de comunicación (propiedad de los dueños de los mercados), de los mismos que han provocado la crisis y por tanto los recortes a los de abajo, si alguien como Sthépane Hessel, digo, le pide a la juventud que busquen razones para indignarse es porque vivimos una etapa de recortes en el terreno de los derechos humanos, un alarmante retroceso en el estado del bienestar, una democracia virtual y teledirigida.
Hessel le pide a los jovenes que no se dejen arrebatar, que defiendan y mantengan para mejorarlo lo que las generaciones anteriores consiguieron, unos logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad.
¡ INDIGNAOS !, sin violencia.
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