
La especulación de los mercados sobre los precios de los cereales ha causado un aumento de precios de hasta el 80% en el trigo este último año, las consecuencias para los países empobrecidos pueden verse y aún más se verán en forma de hambrunas y protestas sociales como las que sacuden a los países árabes. Son unas pocas manos las que juegan con los precios, y un puñado de empresas internacionales de la alimentación las que tienen la llave de esta situación. Frente a esta gran escala donde nos sentimos pequeños e impotentes podemos oponer políticas y acciones simples y efectivas; consumir productos de calidad, ecológicos y producidos en cercanía, asociarnos en agrupaciones de consumidores, apoyar a quienes se embarcan en explotaciones de estas características. Desde lo político se pueden implementar medidas como impulsar las cooperativas agrícolas y ganaderas, las empresas de economía social dedicadas a la distribución y facilitar la organización de los productores para crear redes de venta directa. Lo necesitamos paara que se pueda mantener y desarrollar la actividad del mundo rural, de tantos pueblos de Extremadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario